9. LA CARTA DE DESPEDIDA

"Búscate otro perro que te ladre, princesa" Sabina

Aunque fue Alicia quien pidió el divorcio la tercera vez que echó a Mario de casa la primera vez que se habló de este tema lo sacó él en el viaje de camino a la boda de su hermana luego pasado un año él le envió la siguiente carta

Estoy triste estos meses están siendo muy duros y me está haciendo daño lo que me dices y cómo piensas que soy.

Estoy triste de que me digas tantas veces que no confías en mí, que no soy consciente, que no soy capaz, que tengo que dudar de lo que pienso, que te hundo la mierda y por eso haces terapia, que el único problema que tienes en la vida, el único aspecto que va mal es conmigo, que soy un mandril por desearte, que te hago chantaje cuando trato de llegar a un acuerdo de yo cubro esta necesidad tuya y tú cubres esta necesidad mía, qué me tendré que ir de casa, que la solución que ves es que me vaya, que deberíamos tomarnos un tiempo.

No quiero que me culpabilices por mis bajones, los uses todo el rato como arma arrojadiza cada vez que te expreso mis sentimientos, me canso de poner en mi parte, y de expresar la necesidad de que me desees como pareja y amante, y tú respondes con tu necesidad de que haga terapia.

Después de cinco años de terapia con mi terapeuta me llegó a recomendar que no nos separamos, por tus mensajes de tú no me vales.

Podría evadirme refugiarme en el trabajo como hecho cada vez que las cosas no funcionan entre nosotros y así al menos la sociedad en la que vivimos ve bien que seas muy trabajador y el hombre como proveedor de la familia, pero ya no quiero refugiarme en el trabajo, quiero apostar por la conexión con una persona para dar y recibir

Ahora que me he dado cuenta que lo importante es la compañía y el camino, ahora que los niños empiezan a ser autosuficientes y que pronto se irán, me planteo que quiero que necesito que deseo en esta etapa de la vida.

Me he fijado en nosotros y nos hemos dejado de cuidar hace bastante tiempo, mucho antes que en junio del año pasado cuando me gritabas que me buscara a otra.

Hemos estado funcionando en la polca de la protesta durante muchos años, tú quejándote de que yo no era cariñoso y yo huyendo y evadiéndome y refugiándome en el trabajo.

Nos hemos volcado en los hijos y en el trabajo y hemos dejado de cuidar la relación, de tener amistad, intimidad, conexión, cariño, pasión, solo dándonos de pascuas a ramos una salida al cine o a cenar una vez al año.

La crianza de Mauro ha sido mucho esfuerzo, preocupaciones y tiempo. La de Sara está siendo una buena experiencia resultando ser de una niña lista, inteligente, fuerte, cariñosa y buena.

Con la crisis matrimonial he descubierto muchísimas cosas a través de la terapia, los libros, cosas que intuía pero que no sabía ponerle palabras. Por un lado después de veinte años debería aceptarte como eres e ir pidiéndote cosas poco a poco, por otro lado hay otras cosas que no voy a conseguir contigo y otras cosas que me dices que me hacen mucho daño.

He intentado apostar por la relación y darte pero tras semanas de intentarlo se me quitan las ganas porque veo que tú no pones de tu parte, es verdad que son pequeños intentos de una dos semanas pero necesito ver alguna reacción en ti para poder seguir apostando por la relación. Tal vez si hubiera ido abriendo mi corazón más a menudo, tendrías otro concepto de mí y serías una amiga que me da apoyo y compresión, tal vez tú lo estuviste pidiendo muchos años, cariño y comprensión y yo no te lo supe dar. Tal vez a base de quejas y protestas solo conseguían que yo callara y huyera enfadado pero así no sacaba mi mal genio.

Necesito sentir que soy importante para ti, que me deseas como pareja y amante y qué hacerme feliz es importante para ti. No me basta con que me acaricie las uñas, no entiendo por qué no sacas tu lado sexy y lo ves todo como abrirse de piernas, no entiendo por qué no quieres disfrutar de la pasión, para el placer del vino, del tabaco, de la comida si estás abierta para la sexualidad no. Es verdad que los problemas más comunes en la sexualidad de la pareja son la falta de deseo en las mujeres y los problemas de erección en los hombres, pero me duele mucho que yo te vea atractiva y te desee y tú por el contrario me rechaces todo el rato, será el lado masculino y el lado femenino pero leo ejemplos donde es la mujer la que echa en falta que la toquen, la deseen y la busquen sensualmente, ya me expresabas hace tiempo una creencia tuya con el comentario te imaginabas con 40 años teniendo sexo como si fuera algo exclusivo de los jóvenes o solo para procrear o solo cuando las hormonas llaman. No solo es un problema de sexualidad pero es un indicador, es el canario de la mina.

La comunicación también se ha perdido, la intimidad, la escucha, la comprensión, me duele tanto cuando no me dejas terminar las frases y me dices que ya sabe lo que pienso y hablas por mí me anulas completamente.

Intimidad, escucha, comprensión tampoco ha sido una gran oyente y menos confidente porque al final se lo contabas a todo el mundo nuestras historias. Yo tampoco te he rayado con mis preocupaciones, enseguida me repetía, tendría que haber ido contando mis cosas poco a poco, yo he intentado escuchar tus preocupaciones, e intentaba darte soluciones o minimizarlo. Grave error porque así no te sentías comprendida, solo necesitabas que sentirse escuchara y poderme desahogar.

Yo no puedo leer tu mente, me puedes tareas del hogar cuando en verdad querías compañía y afecto, pero yo me ponía con la ropa y la ensalada y claro tú no veías tu necesidad cubierta. Yo te buscaba con pasión y tú solo querías mimos. Yo te rascaba la espalda porque era lo que me pedías. La necesidad de poder expresar afecto, amor, se puede expresar de muchas maneras y no tiene por qué coincidir haciendo cosas por la pareja, compartiendo actividades con el otro, haciendo regalos, expresando palabras bonitas, mostrando afecto a través del tacto y el sexo.

No son mis bajones, ni mis crisis, es una crisis de pareja, no hemos cuidado de la relación y en pocos años los hijos se irán, nos miraremos como dos desconocidos, que ahora tienen que reinventar su vida por el nido vacío, seguir discutiendo, seguir con rencores, seguir aguantándose o reinventarse y aprender a aceptarse el uno al otro.

Es verdad que el diálogo maldito ha cambiado y siempre fue la polca de la protesta, este último año se convirtió en el quién tiene la culpa y ahora estamos situados en el detente y huye, que terminará con la relación.

Tus palabras hacia mí son muy duras, muy juiciosas y se repiten a menudo y no solo salen durante un calentón de una discusión, también me lo dices cuando dialogamos con calma e incluso el día de san valentín.

Tu evasión y adicional al móvil no me gusta, luego me sales con que soy invisible para ti y me pregunto cuando te comunicas conmigo que no sea para tareas domésticas o cosas de los hijos.

He tratado de disculpar tu comportamiento conmigo con la ley del espejo y que proyectas tus problemas sobre mí, supongo que yo también haré lo mismo contigo, pero me hace daño tu constante crítica, queja y culpabilidad que ejerces sobre mí. No entiendo por qué no puedes perdonar, tampoco por qué no puedes llegar a acuerdos y compromisos para conciliar a pesar de nuestras diferencias. No sé qué modelo sigues, sé que siempre has sido tú la que recibían en el amor pero luego te decepcionas cuando la otra persona se vuelve gris. El modelo de tus padres era tu madre gritando y tu padre huyendo, una polca de protesta en toda regla.

Yo te expreso mi tristeza porque tras mis intentos sigues sin dar y entonces me canso y no veo que las cosas se puedan solucionar y tú sales con que haga terapia y dude de mis ideas, no voy a ser tu saco de boxeo y me culpes de todos los problemas, aquí otra vez el espejo o que me uses de sparring, no puede ser que siempre yo tenga la culpa de todo, yo soy el que me he enfadado, yo soy el que tiene que cambiar ideas, el que te hace mal, la causa de todos tus problemas, que en todas las discusiones para que terminen tenga que hacer yo el mea culpa para que tú encuentres tranquilidad, eso no es conciliar ni llegar a acuerdos ni compromisos.

Espero que encuentres una persona a la que dar cariño escucha pasión amistad que saques la mejor versión de ti misma para dársela a esa persona al principio será fácil las hormonas el enamoramiento no hay restas solo sumas.

Abrirás tu corazón y le confiarás tus preocupaciones y pesares, te abrirás a la pasión para dar y recibir, dejarás de evadirte tanto con el móvil, dejarás de culpabilizar a otra persona.

Pasado un año, cuando empiecen las diferencias, los desacuerdos, a ver la parte que menos te gusta la otra persona, tendrás que evitar los diálogos malditos, saber conciliar, llegar a acuerdos y a la aceptación, a comunicar tus necesidades sin que tengan que adivinar qué pasa por tu mente, a dar para recibir, a comunicarte dialogando como adultos, a no dejarse llevar por los enfados y no sacar lo peor de uno mismo, a reducir las quejas y exigencias, a cuidar de la relación como se cuida de una amistad, a invertir en ella y tener paciencia.

Si haces el viaje de crecimiento tal vez seas más feliz, menos exigente y quejosa, más cariñosa, dulce, tierna, apasionada pudiendo vibrar en el amor y en la vida.

Me hubiera gustado que hubiese sido tú esa persona con la que lograr una conexión así, pero para ti los acuerdos son chantajes.

El rencor que me tienes me está hundiendo, la falta de confianza minar mi autoestima, las críticas y mensajes de no me vales me ponen triste.

Pensaba que éramos sencillos y nos bastaban cosas sencillas, que no necesitábamos muchas cosas materiales, ni lujos, que valoramos tenernos el uno al otro, apoyarnos, comprendernos, escucharnos, querernos, amarnos.

Pero me hacen mucho daño y me culpabilizas solo a mí y no me vas a dar ni tu amistad ni tu apoyo ni tu pasión.