1. MENOS NOVENAS Y MAL FARIO - La rosa del opus
"Los ultra católicos, no son verdaderos cristianos, son los judíos, escribas y fariseos, que no entendieron la Buena Nueva."
"Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y habéis descuidado la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello."
La familia de Alicia era bastante conservadora, seguían anclados en la vieja moral y adoctrinamiento de la dictadura. Ya estábamos en el siglo XXI pero a ellos les había ido bien en aquella época y seguían fieles a esos valores.
Alicia era la díscola de la familia, la única que intentaba ser progresista y tenía otros valores.
Parte de la familia era miembro de la secta del opus, otros de los kikos y otros de comunidades.
En algunas tardes no sé cómo al charlar salían frases del estilo "de que con Franco se vivía mejor" al final estaba ya hecho el lío, la discusión, el jaleo. Y se terminaba con
- Ya hemos dicho que de política o religión no se puede hablar. Decía la madre de Alicia, cómo advertencia para que no volviera a suceder, censurando como el los tiempos de la dictadura.
Luego estaba la doble moral, la tita Conchi, soltera, amante de su jefe de toda la vida, que seguía soltera y que llevaba anunciando desde hacía 50 años:
- Luis va a dejar a su mujer y se va a casar conmigo. Ella vivía su ilusión, su justificación de que su amor se iba a formalizar por fin.
También contaba cómo seguir siendo católica prácticamente aún viviendo en pecado siendo la querida de un hombre casado.
Alguien le había contado que podían ir a una iglesia dónde no les conocieran, recibir misa y comulgar. Autoengaño para fingir que eran un matrimonio casado.
Una tarde de verano de sobremesa en el jardín, contaba a sus hermanas y sobrinas:
- ¿Cómo va a ser delito rezar el rosario en la calle?
Mario se sorprendió de la historia, resultaba que la tita se dedicaba a manifestarse delante de una clínica abortiva rezando el rosario a cada mujer que entrará, como si ellas ya no hubieran pasado por varios procesos, entrevistas, psicólogos.
Él le comentó que si que era delito, era acoso y que eso que hacían era perseguir a las más vulnerables y se montó el lío.
Alicia reprendía a Mario:
- No puedes decir nada a mí familia.
- Pero si eso que hacen es ilegal, si ella es la primera, menudo doble rasero. Mario
- No puedes decir nada a mí madre, ni a mis tías, ni a mis hermanas. Alicia
- Pues si me tocan las narices, me voy a defender o mandarlas a la mierda. Dijo Mario enfadado.
Otra historia que se repetía era la de la novena, contaban cada año, como lograron mediante una novena, librarse de la primera mujer del marido de la hermana de Alicia.
La novena es una práctica de rezos durante nueve días para pedir una determinada intención.
El control, manipulación estaba al orden del día. Las vacaciones se convertían en un revivir los tiempos pasados, la suegra se elevaba y volvía a llevar las riendas de la casa. La hermana no paraba de cocinar, hablar, contando las mismas historias hasta que se convertían en verdad.
Ellas se denominan gallinas, y ahí se encontraba Mario con la suegra 1, la suegra 2, la tita, las hermanas. Volvían a los años 70, Alicia era la encargada de hacer los recados porque conducía y así lograba escaparse un poco, pero estaba dentro del redil.
Mario, que era el único hombre, le tocaba el rol de manitas, jardinero, barbacoas.
Alicia terminaba enfadada cada año, y decía que no volvía a repetir vacaciones con ellas.
Pero las tornas fueron cambiando, Alicia durante las vacaciones se volvía a la ciudad cada semana y hacía noche fuera. Luego regresaba al día siguiente.
Mario sospechaba sobre esas escapadas pero le daba libertad.
Las gallinas encontraron los resortes de Mario y ya no era Alicia quien discutía con su madre y su hermana, era Mario el que entraba a la discusión, empezaron a conocer los dejes de él.
Mario empezó a plantear que no podían pasar todo el mes jugando a las casitas, que podrían turnar semanas de vacaciones solos con alguna semana con la familia.
Alicia decía que eso era lo que quería, que le gustaba y que su madre desde el infarto había que disfrutarla y darle esos veranos.
Ya llevaban 10 años con la historia de que a la abuela le quedaba poco tiempo, pero tenía pinta que con el marcapasos nos iba a enterrar a todos.
Pero el año del "buscate a otra" cambió todo, Mario ya no cedía ni se anulaba, y entonces Alicia le dejó sin verano con su familia, luego sin navidades con su familia y finalmente sin celebraciones con su familia.
Mario no tragaba con lo de que las abuelas y las tías están para malcriar.
Los padres sacando de la cama a los niños para que las abuelas y las tías se los metieran otra vez con ellas. El hecho de consentir tanto provocaba que los hijos luego no entendieran un no de los padres.
Los veranos eran un horror todo el día encerrados en la casa y el jardín, hasta que aparecía el tío a proponer un paseo y salir del encierro. Muchas de ellas no venían y se quedaban en la casa porque había que organizar cosas para mañana.
Las gallinas pasaron un día a convertirse en arpías para Mario, no podía más con el control y manipulación que ejercían sobre las demás.
Ellas no cortas ni perezosas pasaron a la acción:
- El arte de doblarte sin llegar a partirte, decían las muy arpías
Las indirectas empezaron a ser el pan nuestro de cada día, llévate estas cosas tuyas que ocupan en el garaje.
Alicia se posicionó, elegía a su familia como es normal, ya no necesitaba a Mario, ya tenía dos hijos, el piso, la salvadora de su hermana, su amante.
Mario tenía los días contados.
Meses antes de pedir el divorcio, empezó a prepararlo con la psicóloga que era para la terapia de pareja. Luego intentó conseguir informes de Mario pero su médico se los negó.
Finalmente tras amenazarle con echarle de casa, eligió el día del cumpleaños de su hijo para pedirle el divorcio.
- Mira bonito te he aguantado estos 14 años por nuestro hijo.
Mario hizo las maletas con lo más importante para una semana y encontró paz por un tiempo.
Las arpías empezaron con las novenas, primero consiguieron que se le rompiera un músculo de la pierna derecha. Pero Mario siguió y montó una casa para él y sus hijos. Luego hicieron otra novena y provocaron esta vez un esguince en el pie izquierdo, pero Mario siguió, ya no se manejaba por la culpa no por el miedo ni por el castigo, pero si se alimentaba del enfado, destruyéndose así mismo.
Las palabras de la hermana de Alicia respecto la muerte de la hermana de Mario:
- Que sepas que tú hermana murió por la mierda de tu familia. Esputó la arpía.
Mario entró en ira y no pudo contener llamarla "hija de puta"
La suegra 2 había conseguido darle donde más le podía doler y Mario perdió el control.
Habían conseguido que entrara en la guerra en el cruce de acusaciones, en el ataque contraataque, acción reacción.