3. CÓMO CARGARTE A TU MARIDO

"Dame veneno que quiero morir, que prefiero la muerte antes que vivir contigo, dame veneno"

Los hombres son predecibles juegan sus cartas de forma muy directa y se les ve clara las intenciones se les ve venir de lejos, por el contrario las mujeres quieren modelos de hombres que todavía no existen pero ciertas cosas reivindican el modelo del hombre clásico, es él quien tiene que llamar, el que tiene que cortejar, el que tiene que tomar la iniciativa.

Ellas muestran la flor y a ver qué pasa.

Alicia se fijó en Mario nada más verle por su alegría y energía.

Mario se dio cuenta enseguida como Diana la estaba mostrando y vendiendo sus virtudes de guapa maja y simpática.

Iba con sus gafas redondas de Lennon y estaba bastante tímida ya que conocía a muy poca gente de las fiestas.

Al siguiente encuentro Mario se acercaba a pedirle o preguntarle cosas pero luego se iba y la dejaba a sus anchas y disfrutando de la noche.

Ella se mostraba tímida y callada cada vez que salía con Mario había salido de una relación larga hacía casi un año su novio se había vuelto gris se explicaba ella.

Mario no supo detectar la falta de autoestima que traía ella y tampoco hablaron mucho de sus dramas anteriores.

Se dedicaron a vivir el momento y enseguida metieron la quinta marcha y se veían todos los días.

Mario estaba en muy buena época en su fase premium como diría vivía independiente desde hacía muchos años era muy deportista y hacía grandes quedadas con los amigos y amigas callejeando toda la ciudad.

Mario había superado la relación muy fuerte que había tenido hace dos años con convivencia y todo y estaba disfrutando de los amigos y amigas pero en la actualidad tras conocer Adela por fin se dio cuenta que en esa época que apareció Alicia había perdido a uno de los grandes amores que podía haber tenido en su vida María.

No sabe que llegó a pasar si fue que no supo acompañarla cuando tuvo que ir a planificación familiar por si se había quedado embarazada si no supo mantener el equilibrio entre estar juntos y la independencia de cada uno.

Mario está maravillado con María primero la consideraba una amiga le encantaba su inteligencia curiosidad energía y cómo se que manejada por la ciudad vieja su vitalidad su saber vivir la vida compartían gustos por la música conciertos salas vinos hasta que un día se liaron y Mario descubrió que había mucho más que amistad y se maravilló más de María.

Tal vez no era el momento de ambos, tal vez eran jóvenes independientes y querían disfrutar de la vida.

Volviendo a Alicia, Mario le proponía una mezcla de salidas a la naturaleza, montaña y vida bohemia en la ciudad vieja.

Alicia vivía con sus padres y hermanos todavía no había salido el cascarón pero con Mario empezó a sacar los pies del tiesto.

Ella era los ojitos de su papá y a medida que avanzaba su relación con Mario su papá estaba más molesto y distante con ella.

Alicia empezó a crecer salió del recinto protector controlador de su familia poco a poco fue quitándose las vergüenzas cambiando de trabajo terminando su proyecto fin de carrera volviéndose más segura y fuerte

Luego llegaron los hijos y por desgracia vuelve a entrometerse la familia la suegra las tías y poco a poco se va perdiendo la vida de pareja. Ahora la crianza la lactancia el colecho, adiós a la vida sexual a la intimidad a las salidas de la pareja.

Alicia vuelve al cascarón y quiere repetir el modelo que había vivido de pequeña y con ello ahora su marido tiene que hacer el papel de hombre proveedor clásico y encerrarse en el trabajo para convertirse en proveedor.

Cuatro años de lactancia y colecho con el primer hijo, otros tres años de lactancia y colecho con la segunda hija, vida familiar todo el rato, vacaciones de Navidad con su familia, Semana Santa con su familia, vacaciones de verano con su familia, fines de semana comida familiar. Adiós a la pareja, su intimidad y su tiempo.

Alicia se empodera aún más muy feminista por un lado y en cambio repitiendo un modelo conservador en que las mujeres son las cuidadoras y los hombres los proveedores. La relación de pareja se convierte en noches de sofá y televisión. La intimidad de pareja solo sucede si ella marca el compás, no sabemos si cuando está ovulando o cuando ve que Mario está distante o alicaído. Cualquier intento de Mario por tener intimidad se convierte en un desprecio me buscas directamente sexualmente, no eres cariñoso conmigo. El camino delgado que ve Mario entre el cariño, el tacto y el sexo como lenguaje de amor para Alicia es un muro no tiene nada que ver el cariño con la pasión. Entonces llegó el día de "búscate a otra, no te voy a dar sexo nunca más" con la que a Mario le estaba arrebatando su lenguaje de amor.

Horas de caricias viendo la televisión que Alicia interpretaba como el cariño que le daba a su padre. Alicia castigó a Mario un año sin sexo cada vez que le proponía intimidad ella lo veía como un mandril. Hasta que un día Mario le propuso el dilema.

El no era un monje budista, que si ya no quería tener ningún tipo de sexualidad con él, él no tenía porqué seguir siendo fiel. Entonces proponía buscar una solución francesa, que cada uno se buscara una amante. Cosa que sospechaba Mario que ella había hecho ya en varias ocasiones. Alicia lo consideró una falta de respeto, que como le podía proponer algo así, el enfado de ella fue como si Mario le hubiese dado una bofetada.

Él empezó a buscar ideas creativas para solucionar sus necesidades y no se iba a dejar acogotar por ella.

Alicia ya no sabía cómo tenerlo controlado solo le quedaba echarle de casa. La primera vez que el hecho de casa Mario hizo las maletas pero luego reculó y habló con ella. La segunda vez que le invitó a irse ya le había castigado sin vacaciones con su familia él hizo un mea culpa para arreglarlo ella en lugar de abrirse y hacer también su mea culpa hizo leña del árbol caído.

La tercera vez que le echó de casa, pidiéndole el divorcio muy segura, él preparó algunas cosas y se fue para no volver.